La forma de hacer negocios cambia, todo el tiempo.
Muy rápidamente surgen tantas oportunidades como riesgos.
Saber interpretar los cambios nos permite ayudar a las empresas a
transformar su negocio y liderar en sus mercados.

1

La transformación no es
el destino, es el camino.

Sabemos la importancia que tienen los procesos de transformación en las compañías. Sin cambio no hay evolución. Pero eso no significa que transformar sea el objetivo final. Es el camino para lograr una organización con sólidos resultados, sostenible en el tiempo y relevante para sus clientes y quienes las integran.

2

El diablo se viste de
consultor. Muchas veces.

Los consultores pueden generar una gran contribución. Diagnósticos profundos e independientes, desarrollo de estrategias basadas en las experiencias y el conocimiento, generación de replanteos del negocio, diseño de nuevos modelos de gestión y mucho más. Pero si queda ahí, en la teoría, seguramente no será suficiente y la contribución se transforma en frustración. A la estrategia hay que sumarle una implementación exitosa. Sólo existe el éxito si hay resultados y eso implica poner en marcha lo que se ideó.

3

El mundo será más
tecnológico. Pero más
humano que nunca.

Cada día, aparecen nuevas tecnologías que permiten lograr eficiencias a gran escala. Nos cambian el modo en que vemos y hacemos las cosas. Pero, ¿son suficiente para transformar una empresa? No. Son absolutamente necesarias, pero el valor humano es y seguirá siendo clave. La tecnología implementada con inteligencia potenciará el talento humano en favor de exaltar sus virtudes y obtener lo mejor de cada uno.

4

No es una cuestión de
cambio, es una cuestión
de velocidad del cambio.

No hay dudas de que vivimos en un mundo donde el cambio es constante. No es una novedad para nadie. Pero a eso se le ha agregado el componente de la velocidad. Cada día más líderes de negocios entienden que transformarse es la única vía para liderar y hay que hacerlo rápido. La competitividad está en juego. La omnicanalidad es una elección definitiva por parte de los clientes en la mayoría de los sectores económicos. Y hay que responder rápido. Y estar preparados para hacerlo.

5

Bienvenido los robots.
Si sabemos ser
inteligentes.

Si un negocio quiere ser competitivo y liderar su sector, deberá adoptar robots en todas sus formas. Con eso se lograrán las eficiencias que se requieren y se transferirán muchas de las actividades rutinarias que las personas hacemos. ¿Es un riesgo? ¿Es una complicación? No. Pero sólo si somos inteligentes para comprender el nuevo rol que tenemos los humanos: concentrarnos en aquellas que agregan valor. Bienvenidos los robots, bienvenida la inteligencia artificial y la inteligencia humana.

6

Las empresas ágiles
en un mundo de
decisiones lentas.

Las metodologías ágiles ya han demostrado resultados concretos. Han contribuido a realizar cambios significativos en muchas organizaciones. Al mismo tiempo han logrado un cambio de mindset que revoluciona la cultura y la forma de hacer negocios, más allá de un éxito específico. Mientras tanto, existen muchas compañías que aún ven este nuevo paradigma organizacional como algo lejano manteniendo status quos con riesgos acotados en el presente, pero muy altos en el mediano e incluso en el corto plazo. El gran dilema de tomar las decisiones apropiadas.

7

El talento será cada vez
más difícil de conquistar,
pero más fácil de contratar.

Los procesos de transformación han demostrado que se requiere talento, el mejor posible, muchas veces por tiempo limitado, con capacidades muy específicas que no necesariamente estén presentes en una organización. El talento siempre fue necesario, pero es especialmente crítico en procesos de transformación con profesionales especializados, orientados a proyectos, que son escasos y que son muy difíciles de conseguir y, especialmente, retener. Pero también la transformación generó nuevos espacios profesionales, nuevas organizaciones, consultoras, empresas de servicios profesionales muy focalizadas en contribuir a resolver esta necesidad. Frente a la dificultad, se generan burbujas que tienden a resolverlo. Que la necesidad de transformación no se frene. El talento siempre estará disponible.