El camino para la generación de talento.

Empoderarnos de nuestro desarrollo. Habilidades compartidas, empoderamiento y crecimiento para un continuo espíritu de desarrollo.

En un mundo donde el acceso a la información está prácticamente democratizado y se materializa el valor del empoderamiento personal, es fundamental contribuir a la motivación de quienes se animan a intentarlo, para que logren transformarse en dueños de su propio desarrollo.

Movilizados por esta realidad, comenzamos a probar algo en esa línea. Algo nuevo y puertas adentro, para poder experimentar y aprender en el proceso. Con un poco de curiosidad y mucha expectativa, implementamos una estrategia de sinergias y potenciamiento de capacidades con un enfoque colaborativo.

Comenzamos construyendo un mapa de habilidades para una población reducida, en conjunto con ellos y basándonos en el autodiagnóstico. Desde que logramos visualizarlo, se generaron de manera espontánea nuevas formas de valor en el equipo, oportunidades de complementación y un plan de desarrollo co-creado dentro del grupo.

Gradualmente, empezó a tener vida propia y se comenzaron a desarrollar nuevos blends de habilidades a partir de potenciarse unos con otros. Naturalmente se descubrieron nuevos espacios de intercambio que se terminaron consolidando como una Comunidad de Práctica (CoP, Community of Practice), donde se comparten temas de interés y experiencias que pueden ser capitalizadas por todos.

Sin duda, nos potenciamos y logramos superar entre todos lo que éramos capaces individualmente. Mejorar la calidad de entrega fue una consecuencia concreta, pero el verdadero motor de la transformación está en la energía que brota del equipo, que disfruta de los resultados al mismo tiempo que se empodera de su propia evolución.

El equipo

La conformación no es un hito casual, sino un proceso consiente y, necesariamente, genuino para que funcione. Es un proceso en el cual un conjunto de personas evoluciona de manera ordenada y sostenible, madurando conjuntamente para transformarse en equipo.

A partir de la diversidad de temas a abordar, orgánicamente, se conformó un equipo multidisciplinario con diferentes habilidades y experiencias que se tradujeron en valiosas oportunidades para potenciar tanto las capacidades de entrega al negocio como las individuales de desarrollo. Con mucho por madurar y descubrir, al comienzo nos propusimos construir fortalezas a partir de nuestra pluralidad, sabiendo que teníamos mucho potencial para nutrirnos unos de otros. Nos propusimos fomentar la polivalencia a partir de nuestra diversidad y los resultados no tardaron en llegar.

La organización

Cuando observamos cómo funciona una compañía se vuelven protagonistas dos aspectos fundamentales: la estructura acompañada por sus procesos y el mindset (su mentalidad o la manera de pensar, como un todo).  Así como en los seres humanos, ese mindset es lo que, finalmente, determina sus decisiones.

Como es de esperar, y de hecho sucede, los tiempos cambian y con él también las dinámicas y el mindset. Esta transformación conlleva, indefectiblemente, a la mutación de procesos y de prácticas.

El contexto, las demandas, la forma de acceder y también las expectativas continúan transformando la manera en que las compañías se piensan a sí mismas, sus funciones y la forma en que entregan valor. La agilidad, no estrictamente asociada a la idea de velocidad, sino como un patrón de conducta asociado a la flexibilidad para entregar valor al negocio, se ha instalado en las organizaciones para acompañar y hacer más efectivas las transformaciones.

Dentro de esta realidad, se gestan nuevas formas de organización cuyo eje es la colaboración. Las Comunidades de Prácticas (CoP) son un ejemplo de este nuevo mindset. Esta comunidad intelectual y comprometida valora la pasión por el conocimiento, la capacitación y el aporte mutuo. Son espacios de sinergia que combinan conocimientos y experiencias, aprovechando al máximo la inteligencia colectiva para ser diferentes, valiosos y al mismo tiempo disfrutar de lo que hacen.

El método

Simple y efectivo, al poner de manifiesto las cualidades y los talentos de cada integrante a través del desarrollo de una matriz de habilidades. Esta herramienta no sólo permite calibrar las capacidades del equipo, sino también detectar con facilidad cuáles pueden faltar a la hora de encarar un proyecto. Tenerlo visible nos permitió hacerlo consciente, generar las oportunidades de desarrollo y medir el progreso. Al mismo tiempo, cada uno pudo ser protagonista y empoderarse de su propia evolución para ganar nuevas habilidades.

Otras de las claves para una CoP saludable son la autogestión. Es bien sabido que la regularidad hace a la naturalización de lo nuevo y que, al mejorar las habilidades, se perfecciona el conocimiento práctico. Así fue como formalizamos encuentros mensuales, comenzando por la co-creación de nuestro propósito como Comunidad de Práctica Agile, la construcción de nuestro backlog y, a partir de ahí, la elaboración de la agenda de cada uno de los encuentros. Surgieron nuevas dinámicas como el shadow autogestionado, que nos dio la posibilidad de ver en vivo y en directo las habilidades de otros miembros de la Comunidad; las duplas de trabajo para combinar diferentes capacidades y aportar nuevas formas de valor; o los espacios de sinergia, estilo pecera, para compartir situaciones y recibir el aporte del resto.

Dueños de nuestro propio desarrollo

En esta red de comunicación y sostén entre pares, donde todos tienen voz, la conciencia compartida y la unificación de la visión es primordial. Si tuviésemos que destacar otra de las ganancias de la CoP es la sabiduría conjunta: cuando se aprende del otro es menos doloroso, más enriquecedor y resiliente. Logramos mejores resultados a los obtenidos individualmente, porque el verdadero motor de la transformación está en la energía que brota del equipo, que disfruta los resultados al mismo tiempo que se empodera de su propia evolución. Lo hacemos a nuestra medida, con nuestras preferencias, con visión clara y siendo dueños de nuestro propio desarrollo.

Un aprendizaje continuo, un espacio consultivo, un toolkit de buenas prácticas y un lugar para la elaboración de nuevas herramientas, que cada vez cuenta con mayor propagación y con resultados positivos. Esto es posible gracias a la motivación y el sentido de pertenencia de quienes forman parte. La combinación de lograr la visión adecuada y empoderar a las personas es un win-win tanto para las organizaciones como para las personas. Negocio sostenible y personas motivadas, son cualidades que hacen que una vez que la rueda está en movimiento, no pare de girar. Damos fé de los resultados.