Incorporar agilidad supone inculcar un cambio cultural dentro de la compañía, dejar atrás viejos hábitos y reemplazarlos por nuevas prácticas que dan como resultado una transformación en la organización. En Axonier, acompañamos a La Segunda en el desafío de llevar adelante este proceso de evolución hacia la adopción de una cultura ágil.
La Segunda nació el 11 de julio de 1933 con una mentalidad cooperativa y progresista, su finalidad era gremial y no tenía propósitos comerciales. Para ese entonces, se encontraba únicamente en las provincias de Santa Fe y Córdoba y tuvo que esperar hasta 1979 para desembarcar con sus oficinas en Buenos Aires.
Años después, incorporó a sus actividades las ramas de incendio, automóviles, cristales y granizo y en 1989 se sumó a éstas la de seguros de retiro.
Actualmente la compañía está presente en Uruguay mediante PORTABET SA, una empresa que se especializa en la prestación de servicios con un enfoque en la prevención de riesgos.
Su visión es ser líder del mercado asegurador argentino posicionándose dentro de los tres primeros grupos aseguradores, con solvencia y presencia federal, viviendo interna y externamente los valores cooperativos que dieron origen a su fundación.
Contexto
Con este objetivo como horizonte, La Segunda se enfrentaba a un interrogante: ¿Era posible llevar adelante un proceso de transformación dentro de una organización con valores, estructuras y metodologías de trabajo tan arraigadas? ¿Hasta qué punto podrían ir en busca de un cambio cultural dentro de la compañía sin poner en riesgo el ADN cooperativista de la misma y sin despegarse de un modelo de trabajo que les había brindado décadas fructíferas de expansión y crecimiento?
Martin Moser, Gerente de Organización y Procesos y Melisa Gómez, Responsable de Gestión de Productos y Proyectos, recurrieron a Axonier con esta inquietud. Martin conocía mejor que nadie la cultura de la empresa: había estado a cargo de diferentes equipos y departamentos dentro de La Segunda y registraba la necesidad de que los mismos trabajasen en forma ágil e integrada. Melisa, por su parte, con su mirada orientada al desarrollo organizacional, y su experiencia en procesos de negocio y facilitación de equipo, confiaba en las metodologías ágiles como una alternativa para el desafío que tenían frente a ellos.
El desafío
¿De qué se trataba este desafío? De llevar adelante un proceso de transformación hacia la adopción de una cultura ágil, lo que suponía un profundo cambio a nivel de cultura empresarial. Sabíamos que para llevar adelante este cambio, sería necesaria la incorporación de ciertos agentes, la desaparición de ciertas estructuras y metodologías y el reemplazo de las mismas por nuevas estructuras ágiles.
¿Por dónde empezar? Nuestra propuesta fue comenzar por el corazón de La Segunda: La Gerencia. De esta manera lograríamos internalizar la transformación diariamente en los equipos que de ella dependían, comenzando por el centro de la organización y haciéndola expansiva hacia el resto de los departamentos.
En segundo lugar, vendría la renovación del área de PMO, a partir de ahora Oficina Ágil, la que estaría a cargo de sostener, acompañar e impulsar las nuevas prácticas a lo largo y a lo ancho del organigrama de La Segunda.
La Solución
La solución se basó en la implementación de un modelo participativo en el que se priorizaron la escucha y la co-creación. Se propuso un esquema de trabajo a medida de La Segunda para que pudieran, en el corto plazo, contar con la adecuación del modelo de governance aplicado a su realidad, con todas las herramientas necesarias para hacer crecer la agilidad orgánicamente en la compañía.
Para escuchar, entender y guiar a cada líder dentro de este proceso de transformación, la empatía y la retroalimentación fueron elementos claves. Se propusieron instancias de encuentro orientadas al intercambio y la escucha activa como workshops focalizados y talleres de construcción.
Los insights que surgieron de estos encuentros dieron lugar a la redefinición de servicios, la reconfiguración de roles dentro de los esquemas vigentes y la elaboración de un roadmap para definir etapas y medir resultados.
El resultado:
“Cambia la forma de ver las cosas y las cosas cambiarán de forma” – Wayne Dayer.
El principal logro de nuestra intervención en La Segunda ha sido definitivamente instalar un nuevo mindset en la compañía y que el cambio se reproduzca orgánicamente. Para lo que fue clave, sin dudas, el involucramiento, la transparencia y la nivelación de todos los líderes desde un inicio.
El equipo de la PMO validó su nueva configuración y servicios, la cual tuvo muy buena aceptación por parte de la Gerencia y la Compañía.
A menos de un mes de plantear su reconfiguración, se llevó adelante el primer proyecto Scrum con acompañamiento formal de la oficina Ágil.
En los primeros dos meses también se logró acompañar a tres de los equipos de la Gerencia en la reconfiguración de sus servicios e implementación de su primera instancia Kanban.
Así logramos un modelo de governance realizado desde adentro, adecuado a la cultura y a las necesidades de La Segunda, y en línea con su visión y objetivos.
